
Me declaro egoísta en rehabilitación. Como saben casi todos, soy hija única. No me criaron como nenita mimada ni entre algodoncitos como cualquiera pudiera suponer. Fui una "niña normal" jaja... Cuando intentaba hacer berrinches, mamá me miraba con "LA" mirada; automáticamente me quedaba quietita y no sé con qué arte, la única lágrima que obligaba yo que se me saliera, se secaba.
Pero me costaba compartir. Mi papá y mi mamá solo míos míos míos. Mi dormitorio era solo mío mío mío. Las muñecas "Barbie" que mis papás me compraban para caaada día de Reyes Magos eran mías mías mías. Y así sustancialmente prosigue la lista de cosas y seres solo "míos".
Con el tiempo fui aprendiendo a relacionarme y a abandonar esa postura en la cual todos tenían que hacerme sentir bien, o les sacaba la lengua.
La madurez que tardíamente iba cayendo (sí, cayendo) sobre mí, me tuvo que ayudar a no solo vivir, sino a convivir.
En alguno de mis recorridos cybernautas más recientes, paseando por aquí y por allá, leí una frase que... "me quemó la cabeza":
"Pretender que otra persona nos haga feliz y llene todas nuestras expectativas es una fantasía narcisista que trae frustraciones"
"¡Chanfle!" me dije... Estoy a meses de unir mi vida a la de otro ser. Quien me sostiene y sin pelos en la lengua me hace pisar tierra cuando quiero volver en mi psiquis 20 años atrás.
Ya no será compartir solo una muñeca... será compartir la vida y todo lo que ello trae consigo.
Y esa bonita frase me ayudará cuando la Antonella narcisa quiera salirse del molde...
Pero me costaba compartir. Mi papá y mi mamá solo míos míos míos. Mi dormitorio era solo mío mío mío. Las muñecas "Barbie" que mis papás me compraban para caaada día de Reyes Magos eran mías mías mías. Y así sustancialmente prosigue la lista de cosas y seres solo "míos".
Con el tiempo fui aprendiendo a relacionarme y a abandonar esa postura en la cual todos tenían que hacerme sentir bien, o les sacaba la lengua.
La madurez que tardíamente iba cayendo (sí, cayendo) sobre mí, me tuvo que ayudar a no solo vivir, sino a convivir.
En alguno de mis recorridos cybernautas más recientes, paseando por aquí y por allá, leí una frase que... "me quemó la cabeza":
"Pretender que otra persona nos haga feliz y llene todas nuestras expectativas es una fantasía narcisista que trae frustraciones"
"¡Chanfle!" me dije... Estoy a meses de unir mi vida a la de otro ser. Quien me sostiene y sin pelos en la lengua me hace pisar tierra cuando quiero volver en mi psiquis 20 años atrás.
Ya no será compartir solo una muñeca... será compartir la vida y todo lo que ello trae consigo.
Y esa bonita frase me ayudará cuando la Antonella narcisa quiera salirse del molde...
ASÍ PIENSO... ASÍ SIENTO.